La Suficiencia de las Escrituras
- publicado por Fernando Montt
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- Fecha abril 8, 2021
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LA SUFICIENCIA DE LAS ESCRITURAS
Introducción
No es de extrañar que la Biblia enfrenta ataques contantes en nuestros tiempos, no es algo nuevo. Lo que debe preocupar a todo creyente comprometido con las Sagradas Escrituras es que tal golpe descarado proviene de bocas de un sin numero de hombres que profesan ser exponentes de la misma. Ha crecido junto con el trigo la cizaña y los cristianos post-modernos ante la revolución progresista que a toda costa predica la aceptación del error y la devaluación de la verdad bajo el argumento de “cada quien tiene su verdad”, “ no podemos ser ofensivos” y “la verdad es relativa, no objetiva”, han dejado la puerta abierta para que los falsos y oportunistas hagan de la Palabra de Dios algo opcional o peor aun, un libro que provee algunas herramientas útiles para circunstancia generales que solamente haya su plenitud apoyado por otro grupo de recurso psicológicos, terapéuticos, medicinales o motivacionales. Tal argumento falaz se ha convertido en una regla practica que domina muchos púlpitos.
Han convertido la Biblia en el sazonador y no el platillo fuerte, solo para dar un toque de espiritualidad a sus propias ideas o las de otros que tienen como finalidad exaltar la sabiduría humana. El apóstol Pablo ya estaba haciendo frente a estos mismos retos que atravesaba una iglesia con mucha influencia de los griegos y sus filosofías, quienes consideraban que la elocuencia y sabiduría humana era una de las máximas expresiones de alguien digno de seguir. Habían unas demandas fuera de lugar para el predicador en Corinto, “Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría” (1 Corintios 1:22).
Partiendo de ahí el apóstol prosigue a explicarles la verdadera necesidad que tienen como iglesia y cual es la base de la fe, es la Palabra (sabiduría) y el Poder de Dios. Como dicen en:
1 Corintios 2:3-5
“Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”.
Ya antes se había dejado claro que la sabiduría y el poder de Dios no son una cosa, sino una persona, “mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios”. 1 Corintios 1:24. Aquí tenemos una gran lección, no se halla sabiduría ni poder verdadero y eterno fuera de la Persona y Obra de Dios mismo. A Él le ha placido entregárnoslo a travez de la Biblia, eso debe ser suficiente.
Así que, es imperativo entender que el retorno a la Suficiencia de las Escrituras debe empezar por nosotros. Es nuestro deber como cristianos puntualizar esto en medio de un mundo que idolatra sus propios métodos y su autosuficiencia y viviendo en una decadencia de la iglesia actual que acostumbrándose a escuchar fábula están apartando su oído de la verdad.
Nunca la Suficiencia de las Escrituras será un punto demasiado enfatizado. Debe ser repetido sin reservas.
Definición de la Suficiencias de las Escrituras
La Palabra suficiente significa todo lo necesario para algo sin que falte o sobre cosa alguna.
También es necesario definir doctrinalmente de lo que estamos hablando. comencemos con una de las mejores definiciones antiguas que encontramos en la historia de la iglesia, relatado en la confesión de fe de Londres de 1689:
“Las Sagradas Escrituras constituyen la única regla suficiente, segura e infalible de todo conocimiento, fe y obediencia salvadores.”
“Todo el consejo de Dios tocante a todas las cosas necesarias para su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida, está expresamente expuesto o necesariamente contenido en las Sagradas Escrituras”
(CFL, cap. 1, parr. 1, 6, pág. 7,8).
Así que, el énfasis en esta doctrina está en el hecho de que Dios nos ha dejado escrito todo lo que quería que supiéramos en cuanto a nuestra fe y practica. Cada enseñanza en las Escrituras se constituyen en la máxima autoridad sobre cualquier otro escrito o enseñanza. Ella es suficiente en cada aspecto de lo que hace mención.
dicho de otras formas por Wayne Grudem
La suficiencia de la Biblia quiere decir que la Biblia contiene todas las palabras de Dios que él quería que su pueblo tuviera en cada etapa de la historia de la redención, y que ahora contiene todo lo que necesitamos que Dios nos diga para salvación, para confiar en él perfectamente y para obedecerle perfectamente.
(Wayne Grudem, Teol. Sist. Pag. 131)
Como hace mención en la confesión de fe de Londres 1689, todo lo que necesitamos saber en cuanto al consejo de Dios está de forma explicita o implícita en el texto.
No hay, por lo tanto, regalo mas precioso que Dios nos haya concedido que Su Palabra escrita. A través de ella se revelan tanto el carácter, la naturaleza, obra y propósitos de Dios, y a su vez como la naturaleza de los hombres. Encierra el problema mas grande de la humanidad, el pecado; y la solución mas grande que el hombre pueda obtener, el Evangelio. Nos enfrenta al espejo de la ley dejándonos sin escapatoria y nos llama en tono urgente a refugiarnos en la Gracia redentora. Muestra lo horrible del sistema mundano y nos provee las herramientas para vivir en santidad hasta que el Señor venga o nos vayamos con ÉL. Despeja la nube espesa de nuestro entendimiento entenebrecido mientras nos enseña la gloriosa majestad del Dios verdadero. y por si fuera poco, a través de ella Dios cambia nuestro destino eterno y nos da una vida presente que nunca en nuestra débil humanidad pudiéramos ni siquiera imaginar. Sin duda Su palabra es suficiente.
Por otra parte es necesario recalcar lo que no es la Suficiencia de las Escrituras.
Muchos piensan que cuando hablamos de este tema estamos diciendo que la Biblia tiene que tener una definición o expresión precisa de todos los asuntos de la vida. La Biblia no es un diccionario, tampoco un libro de recetas de comida ni un mapa para viajar de sur América a norte America. Tampoco menciona términos modernos como internet, redes sociales o aviones y mucho menos nos dice el nombre de la persona con quien nos casaríamos. Tampoco la Biblia intenta dar detalles de todo lo que hizo o dijo el Señor Jesucristo, ni de que pensaron los apóstoles o que ropa llevaban o cada milagro que se hizo, etc. Pues en Juan 21:25 nos dice: “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén”.
Tampoco significa que no podemos hacer uso del cerebro. La fe y la razón no están peleadas. Dios nos ha dotado con una capacidad inherente de pensar y desarrollarnos en la vida. Debido a la caída este proceso ha sido estropeado, pero no eliminado. Por lo tanto, es preciso pensar que Dios está a la espera de que usemos nuestro intelecto y talentos en la vida, solo teniendo en cuenta que estos nunca serán lo suficientemente efectivos para basar nuestras nuestras vidas espirituales y desiciones eternas dejando de lado la Palabra de Dios.
Por otra parte, no niega el papel importante que juega el Espíritu Santo en la vida individual de cada creyente iluminando y guiando.
Aunque la Biblia no agota cada posibilidad de conocimiento, esto no quiere decir que esas cosas hacen falta para que sea nuestra única regla de fe y practica. Simplemente Dios ha decidido entregarnos en nuestras manos, a travez de la preservación, lo que necesitábamos saber tocante a Su carácter, Sus propósitos, Su persona, Su gloria y como podemos tener una correcta relación con un Dios Santo.
Ademas, vera verdades puntuales o a través de principios que nos enseñan como vivir y pensar de forma que agrademos a Dios en cualquier parte del mundo, bajo cualquier idioma, en cualquier cultura o circunstancia y frente a cualquier invento moderno.
Autor: Fernando Montt
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