
Nuestra Declaración de Fe
CREENCIAS DOCTRINALES
Divinidad
Trinidad
Creemos que el Único Dios verdadero existe eternamente en tres Personas -Padre, Hijo y Espíritu Santo-, cada una de las cuales posee igualmente todos los atributos de la Deidad y las características de personalidad (Mat. 28:19; Jn. 10:30; Hch. 5:3, 4; 2 Cor. 13:14).
Persona y Obra de Dios Padre
Creemos que Dios Padre, Creador del cielo y la tierra, es la cabeza funcional de la Trinidad. Envió al Hijo para obtener satisfacción para la justicia divina y para proclamar la reconciliación. Envió el Espíritu para enseñar la verdad. Se lo menciona como el Padre de toda la creación, de ángeles, de Israel, de los creyentes y de Cristo (Jn. 14-17; 20:17; Job 1:16; Salmos 103:13).
Persona y Obra del Señor Jesucristo
Creemos en la Deidad de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, Dios perfecto y hombre perfecto; que Él es Dios manifestado en carne, concebido por el Espíritu Santo, y nacido de María en su estado virginal; que Él vivió una vida sin pecado en la tierra; que murió en la cruz del Calvario como un sacrificio satisfactorio por todos los pecadores. (Mat. 1:21-22; Jn. 1:14; Fil. 2:5-8; 1 Tim. 3:16). Jesús tomó el lugar del pecador, llevó sus pecados, pagó la paga del pecado por medio de Su muerte vicaria por todos los hombres. Jesús satisfizo la ley, convirtiéndose en nuestro sustituto aceptable.
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Su justicia, Sus acciones justas, son imputadas en nosotros por fe. Por lo tanto, nosotros por medio de Él hemos guardado la ley. En lugar de simplemente cubrir los pecados del hombre, la sangre de Cristo limpia al hombre de sus pecados. (Is. 53:5; Hch. 20:28; II Cor. 5:21; Heb. 9:28; I Pedro 3:18). Por tanto, en Él tenemos la seguridad de estar con Dios en el Cielo después que la vida terrenal se acabe.
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Cualquier religión o denominación que rechaza estos puntos tan claves sobre nuestro Señor Jesucristo, o iguala a otra personal mortal al nivel de Cristo; será tomada por nosotros como secta.
Persona y Obra del Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad y es igual en divinidad a Dios el Padre y Dios el Hijo; creemos que Él trae convicción al mundo de pecado, justicia, y juicio; que Él es el agente sobrenatural en la regeneración; que mora en todo creyente y los sella para el día de la redención; que da poder, enseña y dirige a los creyentes (Jn. 14:16-18; Jn. 16:7-8; Jn. 3:5-7).
